Acoso laboral – definición y pautas para reconocerlo

Acoso laboral o “mobbing” (asediar, acosar, acorralar) es como se define tanto la acción del hostigador orientada a producir miedo, desprecio o desánimo en el trabajador afectado, como el efecto o la enfermedad que produce en el trabajador en cuestión.

Se denomina acoso laboral toda conducta que constituya hostigamiento, agresión o violencia, tanto física como psicológica, reiteradas en el tiempo y ejercidas tanto por compañeros («acoso horizontal», entre iguales), subalternos (en sentido vertical ascendente) o superiores (en sentido vertical descendente), en contra de uno o más trabajadores con la intención de menoscabar, maltratar o humillar a los mismos, o también como con la intención de amenazar o perjudicar su situación laboral o sus oportunidades de ascenso.

 

Podríamos clasificar diversas fases en el acoso laboral:

1. Inicio del problema debido a problemas en la organización de la empresa o por problemas interpersonales no resueltos y convertidos por la parte acosadora en algo “crónico”.

2. Comienzo de la estigmatización por parte del acosador, fase que dura hasta que la victima decide poner fin mediante algún tipo de acción personal o hasta que alguien superior en jerarquía toma cartas en el asunto

3. Resolución del conflicto:

• Resolución positiva A: Mediante un cambio de puesto de alguna de las partes o fomentando el entendimiento de las mismas mediante el dialogo.
• Resolución positiva B: Despido del hostigador.
• Resolución negativa A: Se hace caso omiso a las quejas de la víctima y la situación continúa sin cambio.
• Resolución negativa B: Despido de la víctima de acoso por no encontrar validez en sus quejas.

El especialista español Iñaki Piñuel, experto en acoso laboral y profesor de la Universidad de Alcalá de Henares, explica las 42 claves del acoso laboral en su libro “Mobbing: cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo”.

Piñuel considera que si el empleado siente hostigamiento psicológico durante un periodo de seis meses con una frecuencia de dos veces a la semana, entonces es una víctima del acoso. Las claves pueden agruparse en diferentes tipos:

• Signos claros de exclusión hacía la o las personas.
• Intimidación tanto física como psicológica.
• Cambios en las condiciones de trabajo sin previo aviso.
• Intentos de desprestigiar a la o las víctimas.
• Propuestas de ética dudosa, ya sean laborales (tareas ilegales) o personales (insinuaciones de tipo sexual directas o indirectas).